Ilusion

"¿Cuanto tiempo ha pasado?" se preguntó a si mismo, en su mente; mientras entraba al vacío  silencioso y oscuro gimnasio, dejando un rastro de sangre. Se encontraba con la respiración completamente agitada, su cuerpo tembloroso, débil ; Se sentó en el suelo, recargando la espalda en una de las paredes del amplio gimnasio, fuertemente abrazado a sus rodillas, débilmente... aun temblando; se veía cansado, pero no parecía tener la mas mínima intención de irse a su habitación ni la fuerza tampoco, el charco de sangre que se formó a su alrededor, venia de su cuerpo.

Se esforzaba por mantenerse despierto, tenia la sensación de que cuando se quedara dormido ya no despertaría. En su rostro se dibujó una tímida sonrisa.

Dentro de su desesperación y su miedo estaba convencido de que no habría nada para el. "¿perder mi vida, por una estupidez, o vivir sin un motivo?". era lo que pensaba, lo que sentía; entonces, ¿a que le temía? la muerte lo liberaría, pero habría algo después de eso? -no tener nada en la vida y temer a la muerte... i...ro...- ni siquiera le quedaban fuerzas, sus manos se soltaron de ese abrazo a sus propias piernas y golpearon el suelo. De su muñeca, emanaba la sangre -...ni...co...-

Se encontraba en un estado entre dormido y despierto, no debía dormirse, no podía ser el final; aun cuando fue su deseo, aun estando tan seguro de terminar con su propia vida cuando se hizo ese profundo corte, en aquel momento solo deseaba ser salvado... una vez mas; mientras por otro lado, no se sentía merecedor de eso.


"Cuanto tiempo ha pasado desde la ultima vez que fui salvado? no se el tiempo, pero si las veces que fui salvado por ti, como un angel de la guarda... ya no puedo depender de ti, ya no estás cerca mio, pero tampoco soy lo suficientemente fuerte como para salir adelante solo... lo siento" su conciencia se fue completamente tras completar la frase. aun respiraba, pero de manera débil, frágil...

La vida... Por qué parece no tener sentido ahora? No dejo de preguntármelo. La meta que tenía, cada uno de mis objertivos, todo en absoluto se había desvanecido din darme cuenta de ello. El salir noche a noche para aniquilar criaturas se había vuelto una tarea inútil, pues por más que quisiera hacer de esta ciudad un punto libre de infección era imposible, me daba cuenta que era como querer exterminar a todas lss cucarachas sobre la tierra, emanaban de todos lados y no daban tregua ante nada... Aún así sigo saliendo a las calles, ya sin el afán de matar a los zombis, sólo quería escapar del pasado, dejarlo en el olvido, pero el querer borrar algo tan indeleble en la memoria es demasiado difícil, después de todo era eso lo que me permitía seguir defendiéndome de aquellas abominaciones que se seguían atravezando en mi camino.

Y aún así seguía regresando a la Academia, esta era el último lugar seguro en la tierra para mí, para seguir permaneciendo con vida, para seguir recordando...

-Había pasado más de una semana desde mi último "escape" de mi realidad, y ya me encontraba de regreso dn la institución, creí que sería tan aburrido como siempre, pero mi sangre se heló cuando vi un inconfundible rastro de sangre por uno de los pasillos, era tenue pero me hizo pemsar de inmediato que quizá la infección ya había llegado al interipr de estas paredes. La Acadmia ha dejado de ser segura? Tal vez hay muchas cosas que han dejado de importarme, pero la seguridad de quienes seguimos con vida en este lugar es primordial para cualquiera. Al llegar al gimnasio, lugar donde terminaba el rastro, no pude creer lo que me encontré: ese chico, es verdad que sólo había conversado con él en contadas ocasiones, pero jamás me imaginé que terminaría así. Corrí hacia él aún con la idea de que había sido atacado, pero al llegar me di cuenta del corte en su brazo- ...No puedo creer que fueses tan débil... Tomar una aalida tan fácil... Joder! -Mi voz sonaba molesta, en serio pensaba acabar así después de haber sobrevivido a tanto? Ataba un trozo de tela de mi camisa al rededor de su brazo, tratando de parar el sangrado-

-Apretaba lo más posible el vendaje, quería impedir a como diera lugar el sangrado, no iba a permitir que su vida terminase de una manera tan miserable, no iba a dejarlo morir... Simplemente me negaba a ver desvanecer una vida más, mucho menos la de este chico... Estaba por llevarle a la enfermería cuando su voz resonó con debilidad, agradecía que no estuviese inonsciente, así tendría más posibilidades de sobrevivir, y es que la sangre que había perdido no era poca, aunque debo admitir que sus palabras me confunfieron, esperaba a otra persona? Bueno, no es que estuviera aquí por saber lo que ocurría, era unera casualidad, pero me alegraba haber llegado hasta este lugar y me sentiría mejor si lograba salvar su vida-

-Mi molestia disminuyó poco a poco hasta convertirse en angustia, quizá frustración, oía lo que decía y me parecían verdaderos disparates de su parte- Que estás bien, dices? No me vengas con eso, no voy a dejarte aquí para que mueras y mucho menos solo... Nadie merece morir así... - El disgusto volvia a hacerse presente, no lograba entender su manera de ppensar, pero no debía culparlo, después de todo la situación no era la mejor- Si yo no me he dejado caer... -Lo tomaba con cuidado en brazos para trasladarlo hasta la enfermería- ... Tú tampoco tienes el derecho de darte por vencido así de fácil...

Intentó mover sus dedos y lo consiguió; el mismo se sorprendía de aquello ya que a pesar de la profundidad de la herida, los tendones se habían dañado solo un poco, de todas formas al dañarse una vena ya era suficiente para morir por la hemorragia si no se trataba, aun así, estaba vivo... todo gracias a el, o tal vez ¿por culpa de el? no, porque eso no estaba muy lejos de sus deseos; tomó una decisión apresurada pero en esos últimos momentos, puede que una parte de el, haya deseado que le salvaran... aunque en parte, aun no había sido salvado, aquello solo retrasó su muerte un poco mas, su inestabilidad emocional lo transformaba en una bomba de tiempo...


Sin importar su actual, débil estado, las palabras del mayor le hicieron fruncir el ceño e intentar levantarse por su cuenta sin lograrlo, no tardo en darse cuenta de que fue una tontería, un pequeño grito escapó de el al querer usar su mano para intentar levantarse, apoyándose en la pared, no podría hacer esfuerzos con esa mano en un tiempo, solo abriría mas la herida. -Aun si no lo merezco... n-no... no cuenta si es lo que deseo...?- algo a lo que le tenia aun mas miedo que a la muerte era a la soledad, no podía ser su deseo, y sabia que era obvio. Sabia que estaba molesto si fuese otra persona, solamente se iria pero sus ojos, que alcanzó a ver con la visión ya algo borrosa, por esas rebeldes lagrimas que no podía contener, no parecían los ojos de una persona que dejaría de lado a alguien en su estado... "vaya suerte" pensó resignado y quejándose y temblando, dejó que lo cargaran, sin oponer resistencia, no era como si pudiese hacerlo, tampoco. La respuesta a sus palabras fue un pequeño suspiro, se acurrucó en sus brazos, y concentrándose llegó a escuchar los latidos de su corazón. -No soy como senpai, senpai es fuerte, y su corazon tiene motivos para latir, mi corazón, solo late porque fue hecho para eso... pero esos latidos ya no tienen sentido- sus lagrimas ahora escapan de sus ojos en mayor cantidad, no podia contenerlas, pero hacia lo posible por no hacer que su Senpai las notara, evitaba mirarlo a los ojos.

... Lo deseas? -Ciertamente no podía ocultar la impresión que esa declaración me había causado, le miraba con cierta tristeza, tan mala era su vida? Pero aún así mi posición- Tienes mala suerte entonces, por más que sea tu deseo, por más que quieras morir, el hecho de que te haya encontrado... No voy a dejar que lo logres, deberás intentarlo algún otro día cuando no ande cerca -Mostraba una media sonrisa al finalizar la oración, la molestia había pasado, la preocupación seguía, pero por alguna razón, el humor terminaba por ganarme en este tipo de situaciones, aunque algunas veces, como ahora, terminaba siendo un humor bastante negro, pero claro estaba que no quería que esto volviera a repetirse-

-La caminata iba segura y rápida hacia la enfermería, y escuchaba con atención sus palabras aún así, logrando que nuevamente una media sonrisa teñida con un deje de ironía se hiciera presente en mis labios- Creés que en verdad los tengo? Hace tiempo que mis motivos se esfumaron, pero en algo tienes razón, porque mi corazón sigue latiendo es que no me voy a dejar caer... Entiendo que estés cansado, también lo estoy, ya estoy harto de esto, pero no te preocupes, si tu corazón se encuentra tan debilitado yo te daré algo más de fuerza...

No poder responder hizo que fingiera no haberla escuchado, después de todo, no quería mentirle aun así, no había respuesta correcta, si lo deseaba, y a la vez no, era mejor solo callar. "aunque te lo dijera, no me entenderías" pensó y suspiró. -Entonces eres consciente de que solo lo estas retrasando. Sera frustrante cuanto te enteres de que si lo...- Negó débilmente, no se atrevió a terminar la frase con tono interrogativo, frente quien le había salvado la vida. 

La gran perdida de sangre hacia que se sintiera mareado y con cada paso del mayor, sentía que caería al suelo, pero era una sensación provocada por su mareo, y lo sabia, así que aun tembloroso y algo asustado, se controlaba, confiaba en el. Escuchó sus palabras atentamente, e involuntariamente una tímida sonrisa se formó en sus labios "puede, pero la diferencia es que tu aun no pierdes las esperanzas, senpai", guardó aquel comentario en su mente, iba a interrumpirlo pero la ultima frase lo tomó por sorpresa, haciendo que un leve rubor apareciera en su pálido rostro. buscó con su mirada, borrosa por las lagrimas, el rostro del mayor. -Mi corazón ya no tiene salvación, y si la tiene... ¿de que sirve? solo volverá a dañarse- su voz, se oía quebrada, como si en cualquier momento fuese a romper en un desconsolado llanto, como un niño pequeño -S-senpai no debe perder su tiempo conmigo...-

-Suspiré de manera pesada al escuchar esa frase incompleta, no lo iba a permitir, el que el chico tuviera impulsos suicidas me daba a entender que debía vigilarlo aún más, claro que estaban los profesores, pero todo parecía tan decadente desde hacía un tiempo que ahora sólo podía confiar en mí, en mi criterio, en la frialdad que parecía habitar en mi cabeza, la cual nunca se había ido aún a pesar de todo, era la que me guiaba en este tipo de situaciones y agradecía que aún funcionara correctamente. No dije nada más, sólo apresuraba el paso hasta al fin poder visualizar el pasillo donde se alojaba la puerta hacia la enfermería. Estaba por abrir la puerta cuando, una vez más, su débil voz se hizo escuchar. Le oía, ciertamente sí, pero no alcanzaba a entender lo que decía, no por razones de inteligencia, sino por racionalidad- ¿Sabes qué? Te entiendo, mi corazón también está dañado, se rompió hace tiempo, pero no por eso tengo miedo de que una vez que sane, vuelva a desquebrajarse, al menos sabré que aún puedo volver a sentir de la misma manera en que sentí algún día... –Palabras que salían por sí solas, no las meditaba en absoluto antes de pronunciarlas, ahora me dejaba hacer más por lo sentimental que por la cabeza, el verle tan decaído provocaba que actuara de esa manera, animarlo era lo que más quería en estos momentos, aunque realmente no sabía bien cómo lograrlo, sólo hablaba...- No estoy perdiendo el tiempo, no lo veo así, estoy salvando una vida que merece seguir existiendo muy a pesar de todo, allá afuera no es lindo, este mundo ha dejado de tener la belleza que tuvo, lo sé mejor que nadie, pero estoy seguro que todavía hay cosas por las cuales vivir... Si no fuera así, alguna de esas criaturas ya me hubiese matado, o a ti... Así que hasta que ese día no llegue, no debes atentar contra tu vida sólo porque lo desees, ¿entiendes? –Ya dentro de la enfermería, lo recosté sobre una camilla, mirándole un instante con una sonrisa sincera, misma que pensé perdida, pero aún seguía en mí, para luego proceder a suturar su herida, esperando que no hubiese un daño que no pudiera atender-

No te estoy pidiendo que seas como yo, sólo... Mira, sé que no nos conocemos más que de un par de ocasiones, pero aún así quiero que sigas vivo, no quiero que ninguna persona con las que he tenido contacto en esta Academia mueran y si puedo ayudar a que eso ocurra... A mí no me interesa si deseas acabar de una vez con tu existencia en este mundo, sólo me importa que sigas con vida, sé que es egoísta, demasiado, quizá tanto como tu deseo o tal vez mucho más, pero mientras siga creyendo que esto es lo correcto, seguiré viendo por tu vida y por la de los demás... –Esta plática sobre la vida y la muerte, sobre si estaba bien o mal, me estaba irritando, pues como se lo había dicho antes, mientras anduviera cerca, no iba a dejar que se suicidara- Sé que lo que estamos enfrentando ahora no es sencillo, no es nada fácil lidiar con este tipo de vida, tampoco sé lo que has tenido qué pasar, pero quiero pensar que si al menos no te sientes solo puedes querer seguir viviendo... –Al suturar su herida me di cuenta de que era profunda, demasiado, y ciertamente no tenía demasiada experiencia en cirugía, así que intentaba hacer todo lo posible por parar el sangrado antes de cerrar su herida. No quería causarle tanto dolor, no más del que ya sentía, pero me era imposible hacerlo indoloro con los pocos recursos con los que contábamos ahora- Sólo resiste un poco más...

- Algodones y gasas bañados en desinfectante e igualmente impregnados de sangre iban siendo botados sobre el suelo uno tras otro, trataba de moverme lo más rápido posible para dejarle descansar tal cual él lo pedía. No tengo idea de cuánto tiempo pasó pero pude detener el sangrado con ayuda de un poco de calor, cauterizando la vena que se había lesionado y al fin cerraba su piel, al menos eso sí que lo sabía hacer- ...Lamento el exceso de dolor que te causé, pero pronto te pondrás bien, aunque creo que necesitarás de mucho descanso, no hay cómo transferirte sangre a menos que vayamos al hospital de la ciudad... –Le veía con una pequeña sonrisa, agotado mentalmente, pero más tranquilo, aunque esto aún no termina, hay que vigilarlo hasta que se mejore y necesito de tenerlo muy presente aún después de eso...-

 -Entiendo- Murmuró de manera casi inaudible. Después de todo, esas palabras eran lo que quería escuchar; o tal vez no lo que quería, si no lo que necesitaba, lo hizo pensar que la razón por la cual el seguía vivo, era porque quien lo encontró era alguien que no solo veía el camino, si no también a los lados y hubiese hecho lo mismo por cualquier otra persona en su lugar, solo hizo lo que debía, no podía culparlo por eso; después de todo, aun si solo le había extendido un poco su vida tendría buen 'karma', y la conciencia limpia. Aunque estaba seguro, quería preguntarlo. “Hubieras hecho lo mismo por cualquier otra persona en mi lugar, verdad?” pero no se atrevió a preguntar, no sabia si quería una respuesta. -Co... como no hacerlo? si... estoy solo- Dolía, su herida dolía, y sus pensamientos también. De todas formas, intentaba mantenerse calmado, pero su cuerpo estaba tenso, sabia que eso solo complicaría las cosas para el mayor, pero no podía calmarse del todo.

El dolor aumentaba, por un momento llegó a pensar que su compañero lo hacia como venganza por haberse querido quitar la vida, algunos pequeños quejidos escaparon entre sus labios mientras era tratado, pero a pesar del dolor que sentía, la seguridad de su senpai al tratar su herida, sin dudar ni un segundo, le hacia sentir seguro a el también... eso no significaba que se habían ido las ganas de huir de allí, pero resistió. No pasó mucho tiempo hasta que el mayor terminó y al fin pudo relajarse. Respirando algo agitado le miró, las pequeñas lagrimas que escaparon de sus ojos, esta vez no fueron por lo mismo que las anteriores; procedió a secarselas con el dorso de su mano desvió la mirada a la pared, también, por una extraña razón, verlo a los ojos le hacia sentir mal. -pensé... que me darías una paleta si... si me comportaba, que mal medico eres- bromeó ignorando su comentario y cerró los ojos. -Tu también te irás, tu también me dejaras solo... ¿por que no me dejaste morir? ¿Que importa mi vida si no hay nada por que vivir? si... no hay nadie...- Murmuró, con un dejo de tristeza. -Dejará... cicatriz?- preguntó, solo para no darle importancia a lo anterior, ya que lo dijo sin pensar. Y se cubrió los ojos con su brazo sano. -perdón...-

Todos nos llegamos a sentir solos, créeme, yo me siento desolado cada día, no tengo amigos, bueno muy pocos a comparación de lo que se podría pensar, tengo más conocidos de una sola ocasión... -Suspiré con pesadez y algo de ironía, después de todo no soy una persona popular. Guardé silencio por un instante, formándose en mi rostro una amarga sonrisa- Pero la soledad no es motivo suficiente para querer desaparecer... -Le miré al rostro con semblante serio- Dices que estás solo, igual que yo... Podríamos hacernos compañia, no crees? Así, ninguno de los dos estaríamos tan solos... -Una propuesta que no sabía si aceptaría, pues después de tanto tiempo sin cruzar palabra, más que unas cuantas miradas ocasionales, es muy egoísta de mi parte querer que estemos el uno para el otro en estos momentos. Reí con simpleza negando con un ademán de mi mano- Disculpa mis locuras... -De nuevo guardé silencio, mirando al piso y pensando un montón de verdaderas tonterías, eso hasta que de nueva cuenta su voz me trajo de vuelta a la realidad, logrando sacarme una limpia y sincera risa- Lo siento, no tengo dulces, pero sí que debo compensarte el haberte causado tanto dolor. Estaba por acercarme cuando continuó hablando, meditando seriamente sus palabras- ... Mi loca propuesta sigue en pie si estás de acurerdo, lo digo en serio... -Ahora sí terminé de acercarme y me incliné parra besar su frente y acariciar su cabello después- Descansa, estaré esperando hasta qie te sientas mejor... Accel...

-Al sentir sus brazos alrededor de mi cuello no hice más que poner ambos brazos a sus costados, dejando apoyadas las manos sobre el colchón de esa camilla, mirándole a los ojos con ligera sorpresa, pero aceptación al mismo tiempo, después de todo podía darme una idea de cómo era que se sentía, pero al final sólo pude alejarme cuando se sentó en la misma camilla, dándole un poco de espacio, aún así no me aparté de su lado. Le escuché y sonreí un tanto enternecido debo admitir, volviendo a acariciar su cabello pero ahora desde atrás debido a la posición en la que se encontraba- Me dices que estarás bien, en serio? –Me senté frente a él haciendo crujir ligeramente la camilla- Lo siento, pero no te puedo creer, no después de que he presenciado tantas cosas en tan poco tiempo... Estarás mucho mejor si tienes a alguien contigo, y... –Traté de encontrar su mirada- No sé de dónde has sacado que tengo cosas importantes por hacer –Reí con suavidad- Por si no lo has notado, ya casi no asisto en la Academia, y cuando estoy rara es la vez que salgo de mi habitación, he dejado de ir a las clases y ciertamente eso me interesa poco... Lo que de verdad es importante es cuidar de ti, hacer que tu soledad aminore... Eso es lo que quiero hacer, puedes aceptar que quiera estar a tu lado? –Una pequeña sonrisa se asomó en mis labios aún tratando de mirarle-

Hacia tiempo que no estaba tan cerca de alguien, y tenia que ser el... alguien especial, alguien que de alguna u otra manera consiguió llamar su atención. Le parecía una buena persona, y era uno de los únicos que había demostrado preocupación por el, sin dejar de lado que se sentía atraído por el. 
“Por que? De todas las personas que pudieron encontrarme, por que fuiste tú?” la suave caricia a su cabello le hizo estremecer, solamente el ruido de la camilla le advirtió de que se había sentado frente a el -no se por que te preocupas tanto por mi, pero... no se si eso me hará bien- Lo escuchó atentamente, pero el pensaba que cualquier cosa podría ser mas importante que cuidarlo, tal vez, porque su autoestima, estaba algo baja -...es que... creo que será mejor que me dejes solo...- dio un pequeño beso fugaz a su mejilla hasta el momento, sin hacer contacto visual con el, tomando su mano para luego llevársela al pecho, y que así, el mayor pudiera sentir los latidos -¿Quien lo diría? Aun... funciona- alzó la mirada, para fijarla en sus ojos, Lo miró de manera triste, y soltó su mano. -Por favor, déjame solo. Ya no volveré a hacer una tontería como esa... pero... será mejor que te mantengas alejado de mi- Aun, pidiéndolo, casi de manera suplicante, parecía que le costaba decirlo, como si le doliese, y así era, no quería que se alejara, pero estaba aterrado... -te lo suplico... senpai...-

-Los actos que siguieron después de aquellas palabras que ponían decaídas cada una de mis emociones me dejaron un tanto sorprendido, le beso y luego sentir su corazón... Bajé la mirada junto con mi mano, tal vez no debía ir tan lejos, pero por otro lado tampoco quería alejarme demasiado, aún después de saber cómo es que se sentía, aún cuando me suplicara por ello... Suspiré y salí de la cama, volteando a verle con una media sonrisa- No voy a alejarme por completo, ambos seguimos solos, así que si alguna vez necesitas a alguien, sabes dónde encontrarme, porque desde ahora permaneceré donde puedas verme, lo entiendes? –Qué otra opción tenía? Obligarle a que me aceptara? Eso sería demasiado infantil de mi parte... Me giré y volví a acercarme, besando su mejilla y volviendo a acariciar su cabello-

-Suspiré con pesar al oírle, en verdad no entendía sus palabras, pero las respetaba. No sabía qué tanto había tenido que sufrir en el pasado, no quería ser igual a esos otros de los cuales hablaba, aunque parecía que ya me había convertido en uno de ellos sin siquiera preverlo o quererlo. Una decaída sonrosa se formó en mis labios y al pasar los dedos por su cabello una vez más decidí irme, de cierta manera me seguiría preocupando por él aún cuando me aseguró que esto no se volvería a repetir, no podía evitarlo, así era como solía actuar- ... Sabrás donde estoy cuando me necesites... Seguiré siendo tu ángel, como tú dices, si lo deseas... –Susurré para dejarle dormir, cosa que aunque me pareció extraño, no dudé, debido al cansancio sufrido supongo que es normal que se haya quedado dormido de un momento a otro- Adiós, Accel-kun... –Caminé hacia la puerta y simplemente salí, sintiéndome extrañamente triste debido a la situación antes vivida, me sentía bien por haberle salvado, pero sus palabras simplemente me dejaban un muy mal sabor de boca, pero ahora no podía volver a entrar y pedir una explicación, o estaría actuando como un niñato, mejor sería dejarle descansar por ahora...-