Reencuentro

-Mi vida había cambiado demasiado en tan poco tiempo que aun no termino de asimilar todo lo que ha ocurrido. Desde ese día ya nada ha sido igual para mí. Todo dejo de tener sentido y ni siquiera sé por qué se fue, a dónde, cómo está... O si sigue vivo... Tsk, odio pensar en esa posibilidad pero debo ser consciente de lo que puede ocurrir allá afuera-

-Lo extraño, no dejo de pensar día a día en él y es por eso que he dejado mis ambiciones, motivos e incluso el sentido divertido de salir a cazar. Pero no le estoy culpando, quizá buscaba algo mejor, algo que yo no pude darle... Y es eso lo que más deprimido y desganado me tiene-

-Aunque no quiera aceptarlo, ya no me queda nada aquí, y al mismo tiempo afuera tampoco me espera algo bueno, aún así necesito salir, sé que aún no moriré, el destino nunca es tan bondadoso, así que puedo irme, pensar e intentar tranquilizarme, y volver, eso es todo lo que hago después de todo-

-Al salir de la habitación y recorrer cada pasillo y como cada vez, los recuerdos me invaden, esta es una de las razones por las que prefiero irme de aquí por un tiempo, estar afuera es preferible en medio del peligro que estar añorandole todo el día-

-Ya bajaba las escaleras hasta el lobby, mirando a la par mi anillo, el cual se había oscurecido nuevamente desde hace pocos días. No quería pensar mucho en el significado de esto, pues eran variados los por qué de que ese hecho sucediera, pero ninguno me agradaba en lo absoluto, el pensar que pudiera haberme dejado libre porque ya hubiese encontrado a alguien más o porque simplemente ya no me necesitara me hacía sentir peor de lo que ya me sentía, pero el saber que una de las posibilidades era que hubiese muerto era inconcebible, impensable, sería demasiado tanto para mi mente como corazón lo pudieran soportar-

-Tan inmerso en mi pequeña burbuja me encontraba que no me di cuenta de que había alguien en la recepción, iba a irme sin detenerme como siempre, pero algo hizo que lo hiciera: Un aroma que me era imposible olvidar aún cuando hacía mucho que no lo tenía cerca. Me giré temiendo que fuera sólo mi imaginación, haciéndolo con lentitud hasta mirarlo de espaldas. Vi la silueta detenidamente, notando que no era la misma, pero el aroma que posee nadie más puede tenerlo, pero a estas alturas podría equivocarme...- G-Giovanny? –El simple hecho de pronunciar ese nombre de nuevo me aceleraba sin mesura el corazón, miraba su cabello, era igual... Deseaba no estar equivocado-

-No podía creer lo que estaba pasando, toda la situación parecía estarse desarrollando en cámara lenta, y me estaba resultando desesperante, quería verle, quería saber que era él, pero sus movimientos me impedían saberlo de inmediato, pero al ver su rostro, mirar esos hermosos ojos que tanto añoraba y escuchar su vos pronunciar su nombre, todo me hizo darme cuenta de que en verdad estaba frente a la persona que tanto amaba-

-Dentro de mi cabeza había mucho ruido a comparación del que había en el recinto, y ese ruido me impedía pensar con claridad, me impedía seguir escuchándole, sólo podía observar el movimiento de sus labios, no sabía cómo reaccionar, pero creo que mi cuerpo lo hizo más rápido que mi bulliciosa mente: Lágrimas comenzaron a caer de mis ojos in siquiera darme cuenta y de un momento a otro me encontraba acercándome a él, sin poder apartar la mirada de la suya, terminando por enredarle en mis brazos, apresándole como si mi vida dependiese de ello y así era, sentía que si no le abrazaba me desplomaría en ese mismo instante. El abrazo era firme, pero jamás podría abrazarle tan fuerte que terminara por hacerle daño. El sentir su cuerpo de nuevo junto al mío era algo que había añorado por mucho tiempo, tanto que ni siquiera me importaba que no me correspondiera-

Estás vivo... estás vivo... –Susurraba una y otra vez, no podía pensar claro aún, era como estar en estado de shock, sólo la felicidad de saber que aún vivía me permitía hablar, aunque repitiera la misma frase una y otra vez en forma de sollozo, tampoco podía dejar de llorar-

-Al sentir que lentamente correspondió a mi abrazo me hizo querer enloquecer de felicidad, pero aún no debía cantar victoria o al menos no asegurar que me seguía queriendo como yo a él, pues sus lágrimas podían deberse a mucha cosas, y algunas de ellas negativas para mí. Sentí mi corazón detenerse al escuchar su voz diciendo aquellas palabras, sí había qué hablar, quería saber a dónde había ido, por qué en primer lugar se había marchado y aunque me diera miedo, quería saber si ya había encontrado a alguien más y peor aún, si el amor que me tenía se había extinguido, y es que aún no me explicaba por qué el anillo había cambiado, o al menos no aceptaba la explicación que existía. Asentí a ello- Sí que debemos hacerlo... –Susurré sin querer alejarme de él, pero tuve que hacerlo pues él ya soltaba el abrazo-

-Cuando se alejó hice lo mismo, limpiándome la cara para no mostrarme más deplorable de lo que seguro ya me veía y llevé una mano hacia su rostro para limpiar sus lágrimas con el dorso de la misma, pero me detuve al volver a oírle, logró sorpréndeme esa declaración, y es que me hacía pensar que aún quedaba algo de cariño en él para mí. Sonreí tal vez como un tonto, pero sus palabras lograron emocionarme a tal grado que no podía contenerme- Tú... luces tan hermoso como antes, aunque sí que has crecido en todo éste tiempo... –Alejé mi mano de él intentando sonreír, quedándome con la mirada puesta en sus ojos, mismos que no me aburría de observar-

-Escuché sus palabras y asentí a ellas, pero no pude responder de la manera en que quisiera a cada una de sus oraciones debido a que de un momento a otro se alejó para terminar el trámite para quedarse aquí, o eso supongo, ese hecho en verdad me alegró, ya no quería que se fuera y esperaba que su estancia aquí fuera mucho más prolongada, pero si se volvía a ir, seguro estoy que me iré tras él-

-Al verle regresar salí de mis pensamientos, cabe mencionar que no dejé de observarle en momento alguno. Al escucharle le sonreí, asintiendo a eso. Iba a pedirle que fuésemos arriba, a algún lugar más privado como lo había propuesto él al principio, pero las palabras se me quedaron en la garganta en cuanto me abrazó, sin esperar a nada correspondí, abrazándole por la espalda, con firmeza y cariño al mismo tiempo- También te extrañé, Gio, muchísimo... No quiero que te vuelvas a ir de mi lado... –Susurré sobre su oído, haciéndole saber que en verdad le necesitaba conmigo para tener una vida plena, completa- Vayamos arriba... Antes que nada quiero saber por qué te fuiste, pero hablemos en privado, vale? –Soltándole y sonriendo al tomarle de la mano, jalándole hacia las escaleras-