¿Un deseo? tu bienestar. [Priv. Leon]

Pasó el día golpeando puertas, hablando con personas, preguntando si alguien le había visto. Las personas lo negaron, mirándole de reojo, sin importarles la expresión triste del peliblanco, nadie le preguntó que ne tenia, nadie le preguntó si estaba mal, si necesitaba algo, al menos por esas lagrimas que trataba de contener, tan obvias... a nadie le importó, pero de todas formas le dio igual... no tenía tiempo que perder, quería encontrarle.

Las horas dando vueltas por la academia y cercanías durante todo el día le dejaron cansado, y resignado fue al comedor. A esas horas confiaba en que allí ya no habría nadie. Dejó un pastel que llevaba, en la mesa y fue por una servilleta de papel.
-Solo quería felicitarte... senpai. Tal vez no busqué lo suficiente... lo siento...-
Tomó un bolígrafo que llevaba en el bolsillo, se sentó y se dispuso a escribir algo

Quería decírtelo en persona, pero no te encontré, quería felicitarte, solo eso... ¡Feliz cumpleaños! ...mi senpai... te amo tanto. Lo siento... yo no tengo mucho que regalarte, pero te hice un pastel, prometo que te daré algo mejor.
Aun recuerdo la primera vez que te vi, yo

El resto de la nota era imposible de leer, el sueño le venció, sus ojos se cerraron y quedó profundamente dormido y en ese estado cruzó los brazos por encima de la mesa para posar la cabeza en estos y así estar mas cómodo. -Te... amo...- escapó en un susurro entre sus labios, ya estaba dormido, y posiblemente, como las ultimas noches, estaba soñando con el...

Había pasado fuera quién sabe cuánto tiempo, ya ni siquiera lo recordaba, no sé por qué o para qué, cuando ya tenía a alguien a quien proteger aquí, tal vez era tanta a soledad de los meses anteriores que de alguna u otra manera logré acostumbrarme, haciéndome olvidar a la vez ese importante hecho. Soy un idiota, el mayor de cualquiera de los idiotas existentes hasta ahora. El ritmo de vida que había tenido con anterioridad no se había alejado por completo a fin de cuentas, pero no quiero que esa siga siendo una escusa, no más, pero entonces, por qué demonios sigo comportándome así? Si le quiero hacer feliz, es lo que más deseo…
Llegaba a la Academia, al fin, exhausto, pero sintiéndome contrariado: estaba mal por abandonar el lugar por tanto tiempo, por abandonarlo a él, pero al mismo tiempo estaba más que animado por saber que volvería a verle, o al menos eso esperaba.
Después de una búsqueda detallada por la Academia, al fin logré quien me diera algo de información. El comedor era el último lugar donde habría buscado, pero sin embargo ahí se encontraba. Entré al lugar, busqué con la mirada y ahí estaba, dormido. Una sonrisa se formó en mis labios y a paso acelerado llegué hasta su lado. Lucía tan indefenso, tan lindo, tan… Un vacío se formó en mi interior al ver aquel pastel que yacía a su lado, tomé la carta, sentía como todo se desmoronaba y comencé a sentirme en verdad la peor persona en este podrido mundo. Lo había olvidado, juro que sí, había olvidado mi propio cumpleaños.
Una vez más te he hecho daño, no es así? –Susurré sobre su oído al inclinarme y en seguida besar su mejilla, suspirando luego de sentarme, simplemente viéndole apenado mientras dormía-

Su pesadilla:

-No... por favor, no me... no me dejes- murmuró aun dormido, respondiendo a las palabras de su senpai, que escuchaba como desde otro mundo, y desde allí, lo sentía como una despedida. dentro de su sueño, no podía contener las lagrimas, sintiendo ese suave beso, fue aun peor, las lagrimas brotaban y se deslizaban por sus brazos, humedeciendo luego la mesa; uno de brazos se movió, buscaba algo con la mano, no sabia que, en su sueño solo intentaba tocar la estatua, alcanzó a tocar la mano de Leon. "no está fría y no se siente como..."

Lentamente abrió los ojos, despertando, y levantó la mirada, para saber a quien tocaba -Sen...pai... eres tu!- se levantó de la silla y se abrazó a el, sentándose sobre sus piernas. Temblaba, el sueño había sido tan real -Por f-favor... no me dejes solo... nunca... te amo, Leon... y no puedo vivir sin ti-
ocultó el rostro en su cuello pegándose lo mas posible a el.



{Off: perdon por tardar tanto ;w; te dejo un mp}

-De un momento empezó a llorar, me alarmé. ¿Una pesadilla? ¿O es que me había escuchado y en verdad le había lastimado?- Accel… -Susurré con temor su nombre, tenía miedo de que mi ausencia le hubiese lastimado a tal grado de que no me quisiese ni ver una vez más. Deseaba despertarle, pero al notar su mano moviéndose acerqué la mía, acariciándola por unos segundos. Lo siguiente me dejó sin saber cómo reaccionar, sus palabras, su llanto, el calor de su cuerpo pegado al mío, simplemente me detuvo el corazón por unos segundos. Le abracé fuerte en cuanto mi cuerpo reaccionó, oliendo el dulce aroma de su cuello- Jamás, jamás te dejaré Accel, me quedaré a tu lado, pero por favor, no llores, me partes el corazón… -Susurraba con voz suave, enternecida y conmovida por su reacción- Te amo Accel… -Besé su mejilla una y otra vez-